

"Entre las consecuencias de la guerra de Numancia se cuenta nada menos que la fijación del comienzo del año el 1 de enero, y que al año viejo le suceda el nuevo en esta fecha puramente convencional, por más que se le haya querido dotar de carácter religioso. Pocos conocen el dato de que si el año comienza el 1 de enero lo debemos a las guerras numantinas, y que si, a lo largo y ancho de todo el lato orbe, millones de personas engullen las doce uvas en este momento y no en otro, a los Megara, Retógenes, Linthenón y Avaro, entre otros, ello les es debido.
Con tal de que Escipión pudiese acudir a España, en 153 a.C., los cónsules comenzaron su mandato el 1 de enero en vez del 15 de marzo, quedando así establecida desde entonces y para siempre esta fecha, por lo cual si el 1 de enero es el primer día del año, ello se debe a la lucha contra Numancia". (LOS HIJOS DE TÚBAL", escrita por ANTONIO RUIZ VEGA).
*Cuadro: "El último día de Numancia" de Alejo Vera y Estaca (Viñuelas, Guadalajara, 1834 - Madrid, 1923).
jopeta. Me he quedado asombrado.
ResponderEliminarBuen apunte, buen apunte.
Saludos.
Más se debería hablar de esas guerras.
Cierto, las guerras numantinas dieron muchos quebraderos de cabeza en Roma.
ResponderEliminarSaludos
sublime historia nos regalas, un besin y muchas gracias estimado y respetado amigo.
ResponderEliminarNo tenía ni idea de que iniciar el año el uno de enero se debiera a este acontecimiento histórico. Bien mirado, el año debería comenzar en primavera, cuando se reinicia el ciclo agrícola.
ResponderEliminarUn saludo.
Asomarse desde mi ruinosa ventana, aunque sea un poco, da sus frutos.
ResponderEliminarUn saludo
Vaya, desconocía ese detalle tan importante. Un abrazo.
ResponderEliminarCaray, no tenía ni idea.
ResponderEliminarUn saludo.
me alegro volver a leerte mi querido eduardo,un saludo fuerte
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