Tabarca, la alicantina, debe su nombre como isla habitada a otra Tabarca, la tunecina, habitada en un tiempo por cristianos de origen genovés dedicados a la extracción de coral y que un mal día de 1741 fue asolada por corsarios tunecinos, al fin y al cabo les pillaba a mano, haciendo prisioneros a más de ochocientas personas en su mayoría mujeres y niños para ser vendidos como esclavos en Túnez.
Unas décadas duró la esclavitud hasta que en 1768 las negociaciones del papado y del rey español Carlos III consiguieron el rescate de ellos más sus descendientes para ser instalados unos en pequeñas islas al lado de Cerdeña y otros, 349 en total, traerlos a España y que el rey les ofreciera habitar la isla donde consiguieron crear un bello pueblo amurallado que hoy vive prácticamente del turismo a través de los catamaranes que se acercan por unas horas todos los días desde los cercanos puertos de Alicante, Benidorm, Torrevieja o Santa Pola; yo lo hice desde el más lejano de Benidorm y el viaje es de poco más de una hora. Unas horas en Tabarca en las que te da tiempo a conocer el pueblo, la isla, darte un baño en sus playas y comer en alguno de los varios restaurantes que tiene. Pasear por sus calles es un placer, admirar los restos de sus murallas, puertas o de la preciosa iglesia en vías de reconstrucción pues está muy deteriorada y donde un pequeño santo en un altar, regalo de la familia Russo italiana, me hizo recordar que todavía son muchos los apellidos de origen italiano en sus habitantes.
Esta foto de Isla de Tabarca es cortesía de TripAdvisor
Esta foto de Isla de Tabarca es cortesía de TripAdvisor
Hace muchos años, algo mas de 30, pasé nas vacaciones en Alicante y siempre deciamos tenemos que subir al barco e ir a ver la isla de tabarca, pero nunca lo hicimos, gracias por enseñarmela.
ResponderEliminarSaludos
Aunque viva del turismo es una isla que se respira tranquilidad y si vuelves a tener la oportunidad visitala, merece la pena y no tendrás que conducir, no vi un solo coche.
EliminarA ver si te llamo, saludos.
De verdad, que maravilla, parece el paraiso en verano =)
ResponderEliminarAsí es Carolina y para mí, gente del interior de la península, tomar un barco de vez en cuando mola mucho, algo de espíritu marinero que tengo y en el Jarama no lo puedo desarrollar.
EliminarUn abrazo.
Una fenomenal excursión. Yo estuve hace unos años, fui desde Santa Pola.
ResponderEliminarUn saludo.
Sin duda además con curiosa historia la de la isla.
EliminarSaludos.
¡Hola, Eduardo!!!
ResponderEliminarBueno caí aquí por casualidad y me ha encantado la historia de esta pequeña isla de Tabarca. No la conozco, aunque estuve en Alicante en alguna ocasión, quizá vuelva y preguntaré por ella.
Gracias por compartir tus letras.
Un saludo muy cordial y se muy feliz.
Gracias a ti Marina por leerme y bienvenida al blog.
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